De Dalí a Van Gogh: postales antiguas ‘vintage’ de Navidad que tienen los museos

Llega la temporada de las felicitaciones navideñas. Si huyes de las estampas fáciles y ñoñas, descubre las postales de Navidad vintage de arte moderno de Hallmark, con obras de Monet, Dalí o Van Gogh.

Una navidad artística con las postales de Navidad ‘vintage’ de Van Gogh, Gauguin y Dalí

Las postales antiguas vintage cobran especial interés en estas fechas. Porque con la Navidad llega también la avalancha de objetos decorativos —árbol de navidad, belén, coronas, calcetines para la chimenea, velas, papel de regalo—, sin olvidar, las felicitaciones que enviadas o recibidas en torno al 25 de diciembre, también sirven para celebrar estas fechas. Nos permiten reflexionar sobre las personas que están en nuestra vida y aquellas a las que deberíamos de ver más. En una estampa navideña, estaremos todos de acuerdo, no pueden faltar esas postales antiguas vintage de Navidad sobre la chimenea o la mesa del salón

Una colección de 15 000 postales en Londres

A pesar de ser una tradición hoy muy popular (entre personas religiosas y no tanto), el origen de los christmas o postales navideñas no es tan antiguo y se remonta a la Inglaterra victoriana. Para comprender su origen e historia hay que acudir a un fuente fiable, el museo V&A de Londres.

Desde su fundación, el V&A ha tenido especial interés en coleccionar y exponer tarjetas de felicitación. Su fundador, Henry Cole, envió la primera tarjeta navideña en 1843. Ahora en el museo hay una colección de postales navideñas vintage de 15.000 ejemplares. Cole desempeñó un papel decisivo en la reforma del sistema postal británico, ayudando a crear el Correo Uniforme del Penique, que fomentaba el envío de felicitaciones navideñas. La Navidad era una época muy ajetreada en la casa de los Cole y, ante la acumulación de correo sin contestar, se necesitaba una solución que ahorrara tiempo. Y ahí aparecen las postales navideñas.

El encuentro entre el arte moderno… ¡y la Navidad!

La historia de las postales navideñas vintage continúa, esta vez, y como se suele decir, al otro lado del charco. La empresa Hallmark, creada en 1910 en Kansas City por Joyce Hall para enviar tarjetas de felicitación, la más antigua y potente que hay en Estados Unidos, vivió un ascenso vertiginoso gracias a sus propuestas artísticas. Gran aficionado a los museos, “Hall no tuvo reparos en acercarse a reconocidos artistas del s. XX y, de hecho, se hizo muy amigo de muchos de ellos”, explica Samantha Bradbeer, historiadora de los archivos de la firma.

En 1948, la firma inició la línea Gallery Artists, para acercar al público la obra de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Rembrandt, Botticelli, Renoir, El Greco, Monet, Gauguin, Cézanne o Van Gogh.

De cuando Dalí se enfrentó a Papá Noel

La sorpresa llegó cuando Hallmark pidió al español Salvador Dalí que crease sus propias versiones de postales navideñas vintage. Por aquel entonces, el genio ya había desarrollado un estilo propio, lleno de paisajes fantásticos y elementos imposibles, y su figura se había erigido como un icono mundial.

Recién convertido al catolicismo, para su primera colaboración con Hallmark, Dalí optó por imágene de los Reyes Magos o la Virgen con el Niño y los ángeles. No obstante, su extravagancia resultó demasiado vanguardista y las ventas fueron casi testimoniales. A pesar de ello, la compañía volvió a apostar por él diez años después: siete nuevas acuarelas con un motivo recurrente, la mariposa.

Pero estas tampoco tuvieron la aceptación esperada. Quizás la sociedad del momento no estuviese preparada para la excentricidad de Dalí, pero también cabe la opción de que la Navidad —mágica, tierna y familiar— y el surrealismo, absurdo, imposible e incluso a veces incómodo, sean mundos demasiado diferentes como para que puedan funcionar juntos.