El equipo de filmación responsable de encontrar los restos del transbordador Challenger comunicó de inmediato a la NASA el hallazgo.
El 28 de enero de 1986, el mundo vio con horror cómo el transbordador Challenger explotaba en el aire. El accidente se produjo 73 segundos después del despegue y murieron siete astronautas. El recuerdo de las piezas del transbordador cayendo al mar permanece en la memoria de muchos de quienes presenciaron la catástrofe. El desastre del Challenger fue un trágico revés para el programa espacial estadounidense.
De inmediato, expertos de la NASA se dieron a la tarea de buscar los restos del transbordador, logrando recuperar una gran parte de ellos. Sin embargo, también varias piezas permanecieron perdidos durante muchos años.
Recientemente, un equipo de filmación del canal televisivo History Channel descubrió un trozo de Challenger de 6 metros de largo en el fondo del océano. El hallazgo le está dando la vuelta al mundo y ha sido cubierto en los principales medios de historia, ciencia y tecnología.
El hallazgo fue un tanto fortuito, pues los expertos que dieron con el trozo perdido en realidad se encontraban explorando la región en busca de restos de barcos perdidos durante la Segunda Guerra Mundial en el Triángulo de las Berbumas, una región que se encuentra al sureste de la Costa Espacial.
Este es el primer gran hallazgo de los restos del desastre en más de 25 años. El explorador submarino y biólogo marino Mike Barnette, que dirigió el equipo de exploradores submarinos, dijo que la tripulación reconoció rápidamente que tenían algo único.
“Reconocimos la necesidad de llevar este hallazgo a la atención inmediata de la NASA”.
La confirmación de la NASA
Al noroeste del Triángulo, los realizadores encontraron una zona del fondo marino con restos de objetos de aspecto moderno, parcialmente cubiertos de arena. Dada la proximidad de los restos al Centro de Vuelo Espacial Kennedy de la NASA, en Florida, los cineastas pensaron que podían estar relacionados con la agencia espacial y se pusieron en contacto con la NASA para informarle sobre el descubrimiento.
La NASA examinó las imágenes y confirmó que los restos eran del Challenger. Autoridades de la agencia espacial notificaron entonces a las familias de los siete astronautas muertos antes de anunciar el descubrimiento el 10 de noviembre.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, confirmó el hallazgo en una declaración pública.
Aunque han pasado casi 37 años desde que siete audaces y valientes exploradores perdieron la vida a bordo del Challenger, esta tragedia quedará grabada para siempre en la memoria colectiva de nuestro país. Para millones de personas de todo el mundo, entre las que me incluyo, el 28 de enero de 1986 sigue siendo como si fuera ayer”, dijo.
“Este descubrimiento nos da la oportunidad de detenernos una vez más, para elevar los legados de los siete pioneros que perdimos, y para reflexionar sobre cómo esta tragedia nos cambió. En la NASA, el valor fundamental de la seguridad es -y debe seguir siendo para siempre- nuestra máxima prioridad, especialmente cuando nuestras misiones exploran más que nunca el cosmos.”
Los artefactos del transbordador espacial son propiedad del gobierno estadounidense. El resto del transbordador se encuentra actualmente en el Complejo de Lanzamiento 31 de la Estación Aérea de Cabo Cañaveral.
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