Lo que necesitas saber sobre la congelación y sus efectos en tu cuerpo

La congelación es más que un daño superficial de la piel. Puede derivar en problemas circulatorios permanentes e incluso en la pérdida de extremidades.

John O'Connell dice que sufrió congelación cuando estuvo afuera por un corto tiempo para limpiar su auto durante una tormenta de nieve hace dos años. Cuando entró para calentarse, no notó nada fuera de lo normal.

Fue a una cita médica de seguimiento solo un día después, y fue entonces cuando el médico notó que su dedo gordo del pie comenzaba a ponerse negro.

"Llamaron al cirujano inmediatamente y les dijo: 'Mañana te operarán y te quitarán ese dedo del pie porque se te ha puesto negro'", contó John.

El doctor Roy Elrod es el jefe de personal y médico de urgencias del Detroit Receiving Hospital. Me explicó que la "zona de peligro de congelación" es mucho más cálida de lo que la mayoría de la gente cree

"En general, los casos más leves, cuando las temperaturas aún están apenas por encima del punto de congelación, suelen ser entre 32 y 50 grados, porque la hipotermia puede comenzar por debajo de los 50 grados. En cuanto la temperatura desciende por debajo de los 32 grados, el punto de congelación, es cuando se pueden observar daños significativos en los pacientes", dijo el Dr. Elrod.

Si bien es posible que no todo el mundo experimente un caso tan grave como el de John, aún existen problemas con las formas leves de congelación.

"Lo que comienza a ocurrir es, en realidad, la congelación del agua que se encuentra dentro del cuerpo. Los cristales son tan pequeños que no podemos verlos, obviamente. Pero cuando eso sucede, hacen más lento el avance del flujo sanguíneo a través de esas áreas. Y esa ralentización del flujo sanguíneo, en última instancia, puede causar la coagulación dentro de esos pequeños vasos. Y entonces comienza el daño que vemos como congelación", dijo el Dr. Elrod.

La buena noticia es que la congelación se puede prevenir increíblemente si estás alerta cuando te enfrentas al frío.

"Observen sus deditos, rojos, azules, lo que sea. Háganlos entrar, sin importar lo bien que se rían. Y si tienen labios y orejas azules, háganlos entrar, cúbranlos, pero tengan en cuenta que esas son las indicaciones de que probablemente deberían estar dentro", dice Elrod. "Sean prudentes. Puede ser divertido estar y tener, ya saben, algunos juegos de invierno, pero siempre hay que ser lo suficientemente conscientes y cuidar a los demás también".